Curso “Casi todo en Diexismo”: Diexismo Latinoamericano – Radio Nederland

Radio Nederland - Diexismo Latinoamericano
Diexismo Latinoamericano
Por Jan Tunér, Suecia
Durante años Sudamérica ha incrementado su popularidad entre los diexistas, por razones evidentes. En tanto que otros países, incluyendo los afroasiáticos, centralizan su radiodifusión y aumentan su potencia, las radioemisoras sudamericanos permanecen más o menos invariables. Todavía tenemos aquí muchas emisoras de radio de baja potencia para cazarlas y todas ellas tienen ese encanto local que proporciona al radioyente algo más que la programación normalizada de las emisoras gubernamentales. Naturalmente, hay otras regiones con una multitud parecida de radioemisoras locales tales como Norte América, Australia y España, pero estas emisoras funcionan en la onda media y son mucho más difíciles de sintonizar.

Antes de entrar en detalle veamos lo que entendemos por diexismo latinoamericano. Algunas veces se ven otras denominaciones tales como diexismo en América del Sur y Central. Estas indican el área geográfica en tanto que latinoamericano indica un área cultural puesto que latinoamericanos son aquellos países en que se habla español o portugués. Por lo tanto, países como Haití, Jamaica, Surinam y Belice no son latinoamericanos. En lo que sigue trataremos de las emisoras latinoamericanas, puesto que existen ciertas diferencias en el patrón de radiodifusión entre las emisoras latinoamericanas y otras emisoras sudamericanas. Estas últimas están a menudo influidas en mayor o mejor grado por un país externo con menos emisoras y con dirección europea que posee un mejor conocimiento del diexismo.
Pasemos a ver ahora donde podemos encontrar esas interesantes emisoras latinoamericanas. Se encuentran en todas las bandas de onda corta desde 120 hasta 16 metros, a excepción de la banda de 41 metros que no está asignada al continente americano. Usted descubrirá la mayoría de estas emisoras en las bandas tropicales y en la banda de 49 metros. Además, debe esperar que localice alguna de ella fuera de dichas bandas. Esto cuenta para Bolivia y el Ecuador en particular. El control del gobierno sobre el uso de frecuencias no es demasiado grande fuera de las grandes ciudades. Y para hacer que parezcan legales, estas emisoras anuncian frecuentemente su frecuencia nominal, pero en realidad utilizan otra.
El programa de las emisoras latinoamericanas consiste principalmente en música, noticias, publicidad y anuncios locales. Un diexista sueco que pasó un año en Colombia ha dicho: “La audición de las emisoras latinoamericanas como diexista puede que sea emocionante, pero cuando tiene que vivir con ellas, resulta frustrante”. Existen, naturalmente, excepciones: emisoras con programas de alto nivel. Suelen ser propiedad del estado o estar administradas por organizaciones sin beneficio, tales como iglesias. Sin embargo, como promedio la calidad del programas es mucho mayor que la de gran parte de las emisoras europeas. La razón es simple: la radio en estas áreas no es algo tan serio como en Europa. Prácticamente cualquiera que tenga el capital necesario puede comprar un transmisor y un permiso con vistas a aumentar dicho capital. No existen ingresos por licencias, solamente los procedentes de anuncios. Por consiguiente, los gastos se mantienen en un mínimo. El “disc-jockey” es también el técnico, el director es también secretario y productor. Y además el franqueo para contestar las cartas de oyentes extranjeros se considera como un detalle no promocional y, por consiguiente, innecesario.
El informe referente a las emisoras latinoamericanas difiere algo del informe que se envía a emisoras de otras áreas. Teniendo en cuenta lo anterior, pronto advertirá que el conocimiento del diexismo y de sus códigos y principios es despreciable. Además, en Sudamérica, el inglés es un idioma poco conocido por lo que, para obtener buenos resultados, deberá servirse del español o del portugués. Esto no es tan difícil, por supuesto, pues existen formularios de informe que pueden usarse en combinación con un diccionario. Los mejores resultados se obtienen por medio de una carta individual con cierto toque personal. El informe no deberá ser demasiado técnico y no deberá usarse códigos. Describa enteramente “intensidad de la señal” en lugar de QSA e “interferencia” en lugar de QRM. Cuando llegue a
la petición de verificación, debe usted expresarse claramente. No debe pedir meramente una respuesta. Es muy probable que la emisora no sabiendo nada acerca del diexismo, tan sólo envíe una carta de apreciación en que no confirme nada sobre la corrección del informe de usted. Podría formular su petición de este modo: “Si los detalles del programa especificados más arriba les indican que he oído su emisora en la hora y fecha mencionadas, mucho les agradecería que me remitan una verificación de que he recibido su emisora. Por favor citen fecha, hora, y frecuencia y contestación por medio de una carta o tarjeta postal.” No pida una verificación de su carta, pues eso carece de valor.
A continuación de la parte técnica de su carta estaría bien escribir algo acerca de usted mismo, su ciudad o país, mencionando quizá también lo que usted sabe sobre la ciudad y país de la emisora. Esta parte de la carta suele ser más apreciada que el propio informe.
Hasta ahora, nada hemos dicho acerca de los detalles del programa, así que pasemos a tratar este importante factor. Siempre es esencial que se mencionen por lo menos tres detalles correctos del programa oído, tales como selecciones musicales, títulos de programas, firmas patrocinadoras, etc. Deberá tener en cuenta, sin embargo, que las emisoras latinoamericanas raramente llevan un registro de la música que radian (las emisoras mexicanas parecen ser la excepción). Esto, por desgracia, nos priva de uno de los mejores medios de obtener detalles del programa. Podemos concentrarnos más bien en la música, en los nombres de los programas, firmas patrocinadoras y productos en los espacios comerciales. Puesto que la emisora es financiada por la publicidad, podemos esperar que tenga un buen registro de dichas firmas patrocinadoras.
Y así se recopila el informe. Tal vez pueda usted incluir un pequeño souvenir, como una tarjeta postal, con objeto de “persuadir” a la emisora. Esto es mejor que el cupón de respuesta internacional (IRC – International Reply Coupon) que es desconocido en Sudamérica, por lo menos en las demarcaciones provinciales. La mejor solución sería que usted enviase sellos nuevos del país de la emisora. Sin embargo, tenga siempre en cuenta que estas emisoras no piden informes de recepción, no teniendo por tanto obligación de enviar una QSL.
Para las direcciones de las emisoras puede consultar el World Radio Television Handbook. O bien emplee únicamente el nombre de la emisora más la ciudad. Sin embargo, si usted conoce el número de la casilla de correos, utilícelo. El servicio de correos en muchas partes de Sudamérica deja mucho que desear y si no conoce usted la casilla, una buena idea podría ser certificar la carta. El corto camino entre la oficina local de correos y la estación suele ser la parte más crítica del viaje de la carta.
Y eso es todo. Ahora siéntese a esperar una QSL bien ganada. Por aquí tenemos la desventaja de toda la situación del diexismo latinoamericano. Existe, indudablemente mucho entusiasmo, pero no obtendrá tantas QSL por emisora como en otros países. Tener un 50% de confirmaciones es un buen tanteo. Pero, por supuesto este hecho constituye un desafío también. Recuerde que no hay tantas emisoras “oscuras” como dicen muchos diexistas, pero sí hay varios métodos de obtener la QSL. Aquí es donde
valen la experiencia y el tacto personal. Y la razón de que, a pesar de la constante frustración, el número de entusiastas latinoamericanos siga en aumento. Súmese a ellos, pues… ¡es divertido!
¿Cuál es la diferencia más importante para el diexista entre el diexismo de Sudamérica y el Latinoamericano?

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