RADIO Y TV MARTÍ CERCANAS AL SILENCIO

Sin audiencia alguna en Cuba y con una credibilidad nula, Radio y TV Martí transitan por uno de sus peores momentos, que algunos identifican como el final de ese fracasado proyecto enfilado contra la Revolución Cubana.
Una reducción del presupuesto federal destinado a ambas plantas, ya tiene sus primeras bajas en la plantilla de sus realizadores, donde 35 trabajadores fueron cesanteados, en el inicio de una serie de despidos anunciados.
Entre quienes dicen adiós están editores de noticias, presentadores de programas y locutores, mientras la invisible TV Martí anunció la desaparición de su noticiero nocturno, el que será sustituido por pequeños boletines, los que tampoco podrán ser vistos en la Isla, donde la pericia de técnicos de comunicaciones hacen imposible la entrada de las señales de la subversiva televisora.
Otra que también cambiará su formato es Radio Martí, proyecto radiofónico surgido en la época de Reagan y que no se escucha en Cuba. Ahora se habla de incrementar sus espacios informativos, programas que tienen como principal fuente a .los llamados “disidentes”, pagados por la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana.
Entre quienes trabajan en TV Y Radio Martí existe un creciente ambiente de inseguridad laboral, ya que la dirección de ambas plantas indicó que seguirán los despidos.
Inoperante en sus oscuras intenciones contra Cuba, Radio y TV Martí han recibido fuertes críticas de algunos congresistas norteamericanos, quienes consideran su existencia como una manera de mal gastar el dinero de los contribuyentes. Otros elementos que también marca en negativo a ambas emisoras, son los frecuentes escándalos por pagos indebidos, malversación y manejos turbios en plazas y cargos.
Para algunos Radio y TV Martí están viviendo sus últimos días, mientras se acrecientan los rumores de su cierre definitivo este año.
Considerando a Radio y TV Martí como proyectos agotados, la USAID bajo la administración de Obama proyecta una nueva estrategia de subversión contra Cuba, dándole el protagonismo a las “iniciativas independientes de medios de comunicación”, para lo cual están destinando 8 383 000 dólares encaminados a promover nuevas formas de ataque mediático… nada que estamos hablando de un mismo perro con diferente collar.