La Tierra, el Sol y la Onda Corta: Cambios de Frecuencia
Es importante conocer los movimientos de la Tierra con respecto al Sol,
porque la radiación solar determina las posibilidades de las
comunicaciones de onda corta. El grado de ionización depende de la
posición del Sol con respecto al punto de control y éste es donde
intervienen la estación del año y la hora del día. La actividad solar
también tiene su mayor influencia sobre la capa cuando la intensidad de
los rayos solares es máxima.
Hablando en general, en una mitad de la Tierra es de día en un momento
determinado porque está enfrente del Sol y la otra mitad está en la
oscuridad porque está en oposición al Sol. Una estrecha sombra de
penumbra existe entremedias, en parte debido a la luz solar difundida en
la atmósfera, en parte debido a la baja posición del Sol sobre el
horizonte. Como cada 24 horas, la Tierra ha dado una revolución completa
alrededor de su eje, todos recibimos nuestra ración de día y noche.
Hay un segundo efecto, sin embargo, que complica la cuestión; la Tierra
da una vuelta al Sol en el curso de un año. Como el eje de la Tierra (la
recta imaginaria que pasa por los polos norte y sur) no es
perpendicular al plano orbital, sino que forma un ángulo de 65 ½ grados
con él, hay períodos en que el hemisferio septentrional recibe más (y
durante más tiempo) la luz solar que el meridional y viceversa. Con
otras palabras, a esta circunstancia se deben nuestras estaciones.
Echemos ahora un vistazo a las posiciones relativas de nuestro planeta
con respecto al Sol. Durante el período entre el 23 de septiembre y el
21 de marzo, el Sol está perpendicular sobre la zona tropical del sur,
que se extiende desde el ecuador hasta 23 ½ grados sur. El 22 de
diciembre ya ha ocupado su posición más al sur y está a la altura del
verano en el hemisferio meridional. El 23 de septiembre y el 21 de
marzo, el Sol está perpendicular sobre el ecuador y la estación es
primavera para el hemisferio septentrional y otoño para el meridional.
El 21 de junio, el Sol alcanza su posición más al norte, estando
perpendicular sobre el trópico de Cáncer, y es verano en dicha parte del
mundo.
Estos fenómenos no dejan de repercutir en la propagación de onda corta
porque el estado de la ionosfera depende del período de tiempo durante
el cual esté sometido a radiación y de la intensidad de la radiación,
que a su vez depende de la altitud del Sol sobre el horizonte.
Estas consideraciones nos permiten llegar a algunas conclusiones
importantes: las frecuencias que usamos para las comunicaciones de onda
corta tienen que ser consideradas, por lo menos, por cada estación y
adaptadas en caso necesario. La tolerancia (desviación debido a
condiciones variables) en la elección debe ser suficientemente grande
para cubrir toda la estación del año. Así sucede, los cambios en los
horarios de transmisión en las emisoras de onda corta tienen efecto el
1er. domingo de marzo para el período equinoccial de marzo - abril ; 1er
domingo de mayo en verano, que dura 4 meses; el 1er. domingo de
septiembre (período equinoccial septiembre - octubre), y el 1er. domingo
de noviembre para el período invernal, que dura 4 meses. (Verano e
invierno de acuerdo con el cómputo del hemisferio septentrional). Una
segunda conclusión es que el día y la noche tienen en todos los períodos
la misma duración en los lugares que están situados a igual longitud
sobre la Tierra (véa su atlas), los días son largos en verano y las
noches largas en invierno. Como la Tierra gira alrededor de su eje
norte- sur, el período de luz diurna se desplaza del este al oeste. Así,
el mediodía donde usted vive, más tarde estará en lugares situados al
este de usted y más pronto en los lugares situados al suroeste. Esto es
importante de recordar, especialmente en lo que respecta a las
comunicaciones este - oeste o oeste- este y sus puntos de control.
Tercero : los lugares en la Tierra con poca diferencias de longitudes,
situados al norte o al sur uno de otros, tienen la misma hora del día;
las 12 del día en Lima (Perú) significa mediodía en Nueva York también.
Naturalmente, también pueden darse pequeñas diferencias debido a la
elección de la zona horaria que ha sido establecida por el hombre. Esta
conclusión no resulta cierta en la proximidad de la línea de cambio de
fecha internacional (una línea imaginaria que se extiende
aproximadamente de norte a sur y viene a estar situada entre Alaska y la
punta oriental extrema de Siberia, dirigiéndose al sur y pasando por el
este de Nueva Zelanda).
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